A puro cansarnos.

Qué rico sería poder regresar a casa por las tardes fumándome un cigarrillo en el microbus, de últimas bien pegado a la ventanilla para que el humo no molestara tanto.

Si regalaran cajetillas por la recarga de tu tarjeta Bip!, sería muy probable que la gente fuese más sociable, yo personalmente, me haría de muchos conocidos a lo largo de mis trayectos diarios, no faltaría a quien ofrecer un cigarrillo sin tener que pasar por la incómoda pregunta "Hola, ¿fumas?" y simplemente sería cosa de extender la cajetilla y aplicar imaginación, el tema que salga primero, lo que se exhale. Tampoco faltaría quién me ofreciera un cigarrillo de vez en cuando. El humo y el tabaco en sí son dañinos, es la pura verdad, pero qué importa morir un par de años más jóvenes, sí los años vividos fueron disfrutados en plenitud, con una sonrisa en el rostro, lanzando anillos de humo y platicando de la vida con gente anónima en el viaje desde mi colegio/universidad/trabajo a la casa/departamento/hogar (no todos tienen un hogar). Yo apuesto por una vida disfrutable y tranquila, simple o compleja, a gusto del usuario, y con un cigarrillo entre los labios durante cada conversación, así como para entablar una, para darle fin, para compartir y para reir lo que dura el papelillo hasta que el fuego consuma la colilla.


Entre estas ideas y anhelos de quietud, es como uno continúa dándose cuenta (o comienza a percatarse) que en verdad no, que en realidad con el cuerpo que cada quien posee y que nos fue dado hemos venido a esta vida, concretamente (sin ponernos romanticos) a puro cansarnos.

Focalización Cero.

Modo narrativo en el cual el narrador, valga la redundancia, posee conocimiento total y absoluto respecto a la mente y procesos intelectuales, así como psicológicos, del personaje en cuestión.

Entradas más recientes Inicio